Por el año 2009 contacté vía email con me Oscar del Río al cuál sólo conocía de forma virtual y siempre quise agradecerle en persona, lo amable y atento que fue ante mi consulta. Después de una década, en el último campeonato en La Rioja, he tenido la oportunidad de escucharle en vivo y recordárselo.
Todos sabemos la importancia que tiene la mente en este deporte. Y que debemos de modelarla para sacar el máximo provecho en los torneos. A continuación, poniendo en práctica los consejos del psicólogo, seguro que alimentaremos nuestra confianza y jugaremos en el futuro mucho mejor.
Antes de la competición, nos preparamos mentalmente y nos marcamos unos objetivos. Puede ser, quedar entre las top-ten, ganar en tu categoría, hacer menos de 90 golpes, etc
El golf es simple, un palo, una bola y un objetivo donde llevar la bola. El juego está claro, pero lo que rodea al círculo pequeño ya no depende de nosotros (el resultado, la clasificación, las becas, etc).
Entonces debemos de centrarnos en pequeñas tareas clave que si podemos controlar. Por ejemplo, cuidar el stance o terminar el hoyo con pensamientos positivos.
Ya hemos establecido nuestras tareas claves y nos encontramos en el tee del 1. Ahora Oscar del Río nos cuenta cómo hacer una buena rutina pre-golpe.
En la rutina pre-golpe, recordemos en fijar nuestra atención en un objetivo lo más pequeño posible donde queramos que aterrice nuestra bola.
Después de dar un buen golpe, en la rutina post-golpe, recordémosle para aumentar nuestra confianza.
Cuando vengan los errores, si estamos super-gordos de confianza, nunca dudaremos de nuestras cualidades.
Seamos objetivos, no nos quedemos sólo con el mal resultado de un golpe. Cómo el mismo dice, quizás sólo fue un error de alineación o de estrategia, pero mis cualidades siguen intactas y mi confianza.
Por último, escuchémosle en cómo se deben de gestionar los errores,
Me encanta, lo que dice que tratemos a la confianza como si fuese nuestro novio o novia. Si la mimamos y la tratamos bien, ella permanecerá con nosotros, aún cuando pasemos malos momentos.
Ante un mal golpe, sentiremos rabia, pero tenemos dos opciones, recrearnos e insultarnos, mermando nuestra confianza o respirar profundamente y contar del uno al cinco (esto puede ser la tarea clave del día y alcance de todos).
En resumen, no reprimir las emociones negativas en el momento que se producen. Retenerlas dentro de nosotros es contraproducente, por qué en algún momento estallaremos sin control.
Por tanto, ante un mal golpe o la mala suerte de un mal golpe, probemos a calmarnos con un diálogo positivo. Tiremos de la confianza que hemos ganado a través del tiempo y volvamos a un estado emocional neutro ideal para jugar al golf.
Muchas gracias a Oscar del Río y a la organización del torneo por invitarle.
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