10 ejercicios mentales de "La Mente del Golfista" (Bob Rotella).

Dejemos de estar pendiente de la técnica, es hora de permitir que fluya lo aprendido. Ha llegado el turno de potenciar la mente para estar a tope en la temporada alta de torneos.

Con ayuda de Bob Rotella (el más renombrado psicólogo de golf) y del libro "La Mente del Golfista"  sacaremos información para la mejora del mes, con el fin de controlar la mente y no que ella, nos descontrole.

De entre tantas recomendaciones, he elaborado mi lista particular con 10 tareas para poner en marcha. En negrita las citas exactas de Rotella.

1. A veces no podré controlar la bola, pero siempre puedo controlar mi actitud. Dejaré atrás la actitud negativa. Mi valor como golfista, ni como persona, no depende de un resultado (pecado del perfeccionista). El éxito es la combinación de la perseverancia y el proceso correctos. Me mantendré alegre y confiada aunque los resultados no acompañen. Ante todo, me sentiré orgullosa de mi forma de superar las dificultades.

2. Confiaré en mí y en mi swing en cada golpe. Valoraré mi swing por encima de todo. No envidiaré los swings ajenos y por supuesto no los copiaré dentro del juego. Su voz interior debe hablarle de la misma forma en que usted le hablaría a su hijo, en el campo de golf.  Aplaudiré en mi interior los buenos golpes y los errores los olvidaré de inmediato.

3. Me imaginaré y soñaré de vez en cuando con esa gran jugadora de 1 cifra que llegaré a ser, pegando a la bola, llegando lejos y cogiendo greens. Me proyectaré en los Pitch&Putt haciendo vueltas en negativo emulando a los Pros (mi frase preferida será "putt para birdie"). Visualizaré situaciones complicadas (partidos de match-play) para salir airosa. Cuando realmente se produzcan experimentaré un déjà vu.

4. Cuando dé un golpe excelente, lo memorizaré con alegría durante unos instantes. Para fijar más el recuerdo, ayudarse de amplificarlo con el entorno y las sensaciones.
  
Cuando termine cualquier campeonato, rememoraré antes de dormir todos los buenos golpes que he dado, cancelando pensamientos de fallos.  

Cuando tenga memoria de cada golpe bueno con cada palo, emularé a Fred Couples y antes de ponerme a la bola como rutina pre-golpe, recordaré el mejor golpe con el palo que tengo en ese momento en las manos.

5. Haré el swing con libertad y dejare que la bola vaya al objetivo. No la guiaré ni la gobernaré.  Me centraré en el objetivo y al mismo tiempo dejaré que fluya el movimiento.

6. Me mantendré en el presente. Probaré en alguna vuelta a no mirar para nada el resultado y a jugar cada hoyo como un minipartido individual a ganar.

7. Sólo pensaré en los mecanismos de mi swing en el campo de prácticas.  Dejaré que mi yo inconsciente haga el trabajo. Confiaré en mi y para ayudarme, haré una buena rutina previa al golpe. Antes de tirar una bola en la cancha de prácticas seré disciplinado con la rutina.

Rutina física-> Alineación y postura.
Rutina mental -> Visualización del golpe y compromiso para llevar a cabo mi plan. 

Recuerda: "Hay que practicar de la misma forma que se juega, y hay que jugar de la misma forma que se practica"

8. El golf se parece más al baile que a una guerra.  Recordaré bajar el nivel de intensidad en todos los golpes. En los approach, me es fácil, ya que instintivamente me traslado a Somosaguas donde paso muchas horas tranquila y disfrutando del entreno.  Permanecer en calma, lánguido y rítmico ayuda a bajar el nivel de intensidad.

9. Haga el swing con libertad, pero no emplee la máxima potencia.  Con el drive, en el tee de salida, no tiene sentido hacer el swing con una fuerza excesiva si con ello pierdo el equilibrio y el ritmo. No me obsesionaré con la distancia de los demás (siempre habrá alguién que llegue más lejos).

10. Un golfista siempre puede ganar la batalla consigo mismo.  Mantendré el compromiso de cumplir alguno de los puntos anteriores, para ello me lo apuntaré en la libreta como objetivo del día. Pondré todo mi empeño en conseguirlo. Recuerda: "Las victorias siempre llegan".