Viaje y torneo en el Campo de Golf de Paderne.

Antes del verano, viajamos a Paderne a jugar el campeonato senior de España de Pitch&Putt. No pudo ser el conseguir premio, pero he querido conservar para el recuerdo los buenos ratos pasados con el grupo que formamos Adriangela, Mari Carmen Prada, Matilde, Gonzalo y yo.

Primero os voy a dar la información del campo por si alguno quiere visitarlo.  El campo de golf se encuentra en un paraje natural cerca de la ría de Betanzos y es digno de disfrutar. A simple vista, parece un gran jardín sosegado, rodeado de frondosos árboles.

Para alojarse, o bien, te vas a Betanzos o te hospedas en los hoteles rurales tipo Casa Sixto donde el trato es estupendo por parte de la familia que lo regenta. Las carreteras por la zona son estrechas y sin luz, así que si vais a salir por la noche quizás es mejor dormir dentro de la ciudad.

El campo de golf a priori parece fácil, ya que los hoyos son todos muy cortos y no se ven árboles altos delante de las banderas.

Existe una pequeña zona de putting green y una amplia cancha para lanzar bolas. El pequeño restaurante hace las veces de Casa Club y de bar. Y dispone hasta de unos pequeños vestuarios.

Los greenes están cuidados y bastante rápidos para lo que estamos acostumbrados habitualmente en este tipo de campos cortos. Y las esterillas de salida, deberían ser cambiadas más a menudo, ya que no corresponde con el buen cuidado del campo en general.

En los primeros hoyos, los tiros -si son precisos- es difícil meterte en problemas, aunque siempre la puedes liar al salirte de green porque el rough está alto como corresponde al norte y es difícil ajustar a unos greenes con caídas y poco receptivos.

Impone un poco el hoyo 5 tan cortito y con una salida tensa, ya que entre las boyas y el green no hay escapatoria.

Con el hoyo 6 empiezan las dificultades serias. Ya tiene una distancia considerable para un Pitch&Putt y fuera de límites a la derecha. También si te desvías por la izquierda, la bola desciende de la pendiente a la hierba super alta y el segundo golpe al green en alto es muy difícil.

Si te pasas de palo también te encuentras con el rough y un green movido para el próximo golpe.

A mí, personalmente, se me atravesaron los hoyos cortos como el hoyo 9 de 66 metros que tenía que elevar bastante la bola para dejarla en un pequeño green.

Y cuanto más cortos peor, ya que no tenía certeza de cuanta altura alcanzaría o si tendría suficiente palo para dejarla en las pequeña zona del putting-green elevado.

Cuando ya han desaparecido los árboles, este hoyo 14 te invita a pegar, pero si te pasas te encuentras con agua, así que también te encoges quedándote corto.

Un respiro, al menos para mi, fueron los hoyos 15 y 16, que aunque son muy cortos, los jugué por bajo tipo golpe de approach.

Y para finalizar, el plato fuerte del hoyo 18. A priori fácil, sin embargo, era necesario jugarlo con 2 palos más por estar el hoyo totalmente cuesta arriba.

Después y antes del torneo, el grupito hemos descubierto otras facetas también muy importantes, las culinarias de la zona.

Muy recomendable, las famosas tortillas de Betanzos en Casa Miranda y el pulpito en el Mesón Pulpería Pirri. También de camino a Paderne, si tenéis tiempo, una paradiña para degustar las anguilas en el Restaurante Pescadores en Sobrado, Leon.

Juntos disfrutamos con el jolgorio de la XXI Feira Franca Medieval y al atardecer, junto al río, descansábamos con interesantes reflexiones.

En fin, que lo pasé estupendamente y en gran medida debido a la compañía que espero poder repetirla.