Una vez al año se juega el interclubes de Madrid. Los equipos se componen de seis integrantes del mismo club. En nuestro caso, pertenecemos al CTG o lo que es lo mismo la Escuela de Golf de Madrid.
Estos dos últimos años en los que me han convocado, me he sentido muy orgullosa de defender el emblema de la escuela en campos largos. El CTG es conocido además de por su escuela, en el que se inician cada año un gran número de golfistas, por su magnífico campo corto de 9 hoyos, donde he jugado en innumerables ocasiones y me ha dado muchas alegrías.
A pesar de que nuestro equipo partía con jugadoras con más hándicap y menos años de práctica de golf en campos largos, hemos conseguido ganar en la Fase C.
La Fase C, era un triangular entre los tres últimos clubs de la clasificación del primer día. Y si bien es cierto, que el medal hándicap no se nos dio bien al equipo, en los enfrentamientos match contra jugadoras más experimentadas salimos airosas consiguiendo el reconocimiento con la bandeja de portada.
Si tuviese que destacar lo que realmente me gusta de esta competición, sería el buen ambiente que se crea, ya no sólo en tu equipo, si no también, la relación con los otros clubs y sus propios componentes.
Además tienes el placer de conocer a otras jugadoras que no participan en el circuito senior de Madrid, incluso enfrentarte en un match a golfistas de más nivel y competir de tú a tú, siempre con la ventaja de algún punto que te dan o tú das.
El golf no es sólo un deporte individual, se vibra con el equipo, se sufre, se alegra uno con el éxito de otro del equipo y si es compartido, siempre es más gratificante.
He peleado mi primer match contra una jugadora de gran nivel a la que terminé arañando medio punto con un golpe casi perfecto en el hoyo 7 para birdie (uno de los pares 3 más bonitos que conozco).
Jugué más tranquila en mi segundo encuentro contra otra jugadora muy experimentada, ya le llevaba una diferencia de 3 con un magnífico birdie a 70 metros de la bandera en el hándicap 1.
En el siguiente hoyo (otro par 3) tenía mi bola en el green y ella necesitaba hacer un buen approach con un piano por delante. Lo que es el golf y los match, ella salió con el par y yo con bogey, así que la diferencia se recortó a 2 hoyos cuando en mi imaginación el partido estaba acabado.
A continuación jugué valiente y tiré de segundo golpe por encima del agua al green cuando la tensión se mascaba. Allí volví a la diferencia de 3 y a quedar dormie ganando en el siguiente hoyo mi partida.
Tu mente cuando juegas scratch o hándicap, establece una pelea para sacar resultados al campo. En los match, el que dé igual si haces más o menos y sólo pensar en ganar a otro ser humano, le hace al golf mucho más divertido y emocionante.
Sólo me queda dar muchas gracias a los miembros de mi equipo que han hecho posible que todas ganemos (de izquierda a derecha) Juana, Mili, Mari Cruz, Mati y Marga. Y siempre al CTG por confiar en nosotras.
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